Las autoridades del Colegio desde su fundación tuvieron el propósito de que la institución cumpliera en todos los aspectos con el sistema educativo mexicano.

La SEP(Secretaría de Educación Pública) invitaba al Colegio a todos los actos de comemoración cívica del calendario escolar.

El profesor Eduardo Gorraez era el encargado de la logística de estos eventos. En autobuses de la escuela los alumnos llegaban al lugar indicado, ya fuera el monumento a la Independencia, a Los Niños Héroes, al de la Revolución, el Panteón de los Hombres Ilustres o el Hemiciclo a Benito Juárez.

En  el  año  de  1979  el  Colegio  Madrid,  cambió  sus  instalaciones  a Tlalpan y también su manera de hacer las cosas en la sección de preescolar.  La  directora  de  ese  entonces,  la  profesora  Ma.  Elena González  tuvo la iniciativa de  hacer  una actividad  dentro  de la sección,  donde  niñas  y niños junto con sus profesoras elaboraran un disfraz con una temática en especial. Los niños al  desfilar demostraban su trabajo ante sus padres y compañeros de otras secciones y le daban la bienvenida a la primavera.

Una de las actividades que incluía a toda la comunidad del Colegio Madrid, eran

los  festivales  de  fin  de  Año,  que  se  realizaron  en  diferentes  foros  como  el

Palacio  de  Bellas  Artes,  el  Teatro  Alameda,  el  cine  Palacio  Chino,  El

Metropólitan y por último El Auditorio Nacional, cuando se llevaron a cabo las

obras de remodelación de éste último, se suspendieron los festivales.

Al término de los estudios de secundaria en 1952, el colegio organiza una ceremonia de graduación que en un principio se hace en el Salón Piamonte y posteriormente en el Salón de los Abanicos.

En este evento el Colegio entregaba diplomas a los alumnos por la terminación de la secundaria, otro por promedios altos y una medalla con el escudo del colegio a los que eran alumnos desde preescolar. Las alumnas iban con vestido largo blanco y los alumnos con traje oscuro.

En su afán por no perder sus raíces, el Colegio Madrid en sus instalaciones mantiene objetos de memoria, la mayoría dedicados a recordar sus  raíces republicanas españolas y a los cambios que se dieron en el Colegio como resultado del sincretismo de las dos culturas... Los objetos de memoria disparan la memoria individual y colectiva; y por consiguiente afirman la identidad e historia del Colegio.

Son obras destinadas a recordar en el presente para desarrollar una lucha contra el olvido que nos fuerza al recuerdo.

En 1941 se constituyó el Colegio Madrid con fundamento en los principios del Instituto Libre de Enseñanza, que consistían en despertar el interés de sus alumnos hacia una amplia cultura general y multidisciplinaria. Este espíritu ha estado presente a lo largo de 75 años, en los que se han realizado esfuerzos notables para cumplir con estos propósitos iniciales. Prueba de ello es la iniciativa que tuvo la  maestra Cristina Barros de integrar las ofrendas del Día de muertos al proyecto cultural de la institución, dada su relevancia como tradición milenaria en en México.

Una práctica constante de este Colegio consiste en documentar las actividades que cotidianamente llevamos a cabo. Desde sus orígenes, el Colegio ha puesto especial empeño en editar periódicamente publicaciones en las que se relata las principales actividades que realiza, pero también dan voz a la creatividad de sus alumnos, ex alumnos y maestros.